vinte e três anos 62 alunos da Escola Ariel no Zimbabwe atrás, eles disseram que viram uma nave alienígena. Ele ainda é considerado um dos eventos mais atraentes da história UFO.
O incidente ocorreu em 16 de setembro de 1994, a escola Ariel na cidade Ruwa do Zimbabwe, em cerca de dez horas. Nessa altura, sessenta e duas crianças (com idades compreendidas entre 6 e 12 anos) foram na escola porque era tempo recesso. Foi então que eles viram três esferas de prata estavam voando sobre a escola. Esferas desapareceu de um momento para o outro e, em seguida, aparece em outro lugar do céu. No entanto, um desses objetos começou a descer por trás de um grupo de árvores localizado a cem metros de onde as crianças estavam.
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Algumas escolas decidiram se aproximar para ver melhor o objeto estranho vindo a 50 metros do que alegada navio. Em seguida, as testemunhas também viu o navio, um homem pequeno, cerca de um metro de altura. De acordo com descrições de crianças, aqueles homens tinham o físico clássico dos homens cinzentos (corpos delgados, enormes olhos negros e pele cinzenta), mas com a diferença de que esse ser tinha cabelo comprido até os ombros.
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As crianças tem que ver para ser decidido mais perto e estava lá quando alguns notou a presença de outro ser.
Vendo isso, muitos deles voltou para a escola com medo de chamar seus professores, porque eles achavam que, obviamente, era uma espécie de monstro ou demônio que queria prejudicá-los. Outros, no entanto, permaneceu ali, como indicado porque disse a eles (aparentemente telepaticamente) para ficar. Além disso, uma das garotas, chamada Elsa, disse que recebeu uma mensagem de um dos seres que advertiu que o mundo seria o próximo a esgotar-se pela forma como os seres humanos maltratar a natureza. O episódio todo durou não mais do que quinze minutos.
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O problema aqui é que, apesar do choro das crianças, e até mesmo alguns correu para onde os adultos foram para que eles pudessem ver o que estava acontecendo, eles não ouvi-los, e eles não podiam testemunhar o incidente. Por um lado, os professores sentiram que este era algum tipo de jogo que as crianças estavam fazendo na hora do recreio, e, por outro lado, por exemplo, no caso de uma vendedora que estava ao seu doces post, ignorado crianças, porque eles simplesmente não acreditava neles.
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Sea como fuere, los niños regresaron a la escuela y comentaron lo sucedido a sus profesores. El director de la escuela, Colin Mackie, al oír esto, se puso de inmediato en contacto con Cynthia Hind, una investigadora sudafricana en temas ovnis. Ella inmediatamente le sugirió al director, que le entregara a los niños papeles para que pudieran dibujar qué fue exactamente lo que vieron. Y así se hizo, el director y los profesores entregaron papeles a los niños y estos dibujaron lo que habían visto minutos antes. Curiosamente, los testigos dibujaron los mismos elementos: la nave aterrizada y al mismo tipo de humanoide.
Luego de esto, cuatro días después, el 20 de septiembre, llegó a la escuela la investigadora Cynthia Hind, acompañada por el respetado psiquiatra y ex profesor de la Universidad de Harvard, John Mack, quienes entrevistaron a los niños y a los maestros. John Mack determinó luego de sus entrevistas que los niños no estaban mintiendo, sin embargo, no pudo determinar con precisión qué fue lo que vieron y vivieron esa mañana de septiembre.
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No obstante, en el 2008, un equipo de documentalistas con el apoyo de la Fundación John Mack, volvió a Zimbabwe y pudo encontrar a algunos de los niños (ahora adultos) que vivieron esa experiencia, y estos confirmaron, pese al tiempo transcurrido, que lo que vieron y el testimonio que contaron, fue absolutamente real.
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El caso de la escuela Ariel de Zimbabwe es sin lugar a dudas uno de los casos más increíbles y extraños relacionados con el fenómeno ovni. Algunos dirán por supuesto que el hecho de que los testigos sean niños le quita fuerza a los testimonios, debido a que simplemente, pueden haber “imaginado” ese tipo de cosas o fácilmente confundir algún otro tipo de artefacto o nave, con algo sobrenatural.
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Sin embargo el hecho de que los niños hayan sido decenas, y que todos ellos hayan dibujado y testimoniado lo mismo resulta inquietante. Además hay elementos en tomar en cuenta como es el caso de Elsa y el mensaje que recibió. Cierto es que quizá haya recibido aquel mensaje en su propia escuela por parte de algún profesor, sin embargo, ella sostiene que esa idea del “fin del mundo” por el maltrato que el hombre le da a la naturaleza, le surgió momentos después de su experiencia y que se le fue entregado por aquel “hombre” a través de la mirada.
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Por otro lado, como hemos dicho, los niños de aquella experiencia, hoy en edad adulta, siguen sosteniendo su versión y señalan que lo que vivieron fue absolutamente real. Quizá, como bien dice el doctor John Mack, se puede decir que es poco probable que estos niños estén mintiendo, sin embargo, falta responder la pregunta de qué es entonces lo que vieron.
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